Detener la violencia de género requiere de la participación de todas y todos: diputada Tagle Martínez

Política

Durante la tercera y última mesa del foro para la “presentación y análisis de la iniciativa legislativa en materia de trabajo reeducativo con hombres que ejercen violencias contra las mujeres”, la diputada Martha Tagle Martínez (MC) señaló que detener la violencia de género requiere de la voluntad de todas y todos.

De manera virtual, dijo que hablar de la violencia no solo es hablar de quien la sufre, sino particularmente de quienes la ejercen, los hombres. “Al no trabajar con ellos, este tema se seguirá alentando; las mujeres no queremos hacernos cargo de lo que le corresponde a los hombres, pero todas y todos debemos trabajar para ponerle un alto a la violencia de género”.

Precisó que una vez que se haya completado la propuesta con las participaciones de la ciudadanía y expertos, será presentada de manera formal ante la Cámara de Diputados para que sea discutida en la próxima Legislatura. “Haremos votos para que su discusión sea a través de un parlamento abierto”.

Tagle Martínez dijo estar convencida de que el poder lo tiene la ciudadanía, porque es quien pone los temas en donde se tiene que trabajar y avanzar. “Esta iniciativa requiere presupuesto y un rediseño de política pública para que se concrete; representa el trabajo de muchos años”.

Participación de especialistas

Mauro Vargas Urías, director general de Gendes AC, señaló que a lo largo de estas mesas se hicieron aportaciones para enriquecer una reforma legal que permita que la reeducación sea un instrumento para prevenir, atender y sancionar las violencias. Se busca complementar políticas de igualdad y “resignificar la manera en que nos construimos como hombres” para despejar aspectos tóxicos y nocivos para avanzar a posibilidades creativas, constructivas, empáticas, solidarias y respetuosas que permitan lograr la igualdad efectiva.

Agregó que esos procesos deben pasar por espacios constituidos con herramientas técnicas y metodológicas adecuadas con profesionales capacitados para guiarlos y acompañarlos en el cambio en personas concretas, “y tal cual como está ahorita la ley no permite generar condiciones para garantizar su cabal desarrollo”.

Se busca que, a partir de ciertos lineamientos, se aseguren elementos teóricos, conceptuales, metodológicos, técnicos y operativos para que lo que se tenga que reformar, tanto en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia como en los instrumentos que la complementan, se pueda hacer valer”.

Mario Fócil Ortega, de Women on Boards, explicó que se han incrementado los feminicidios durante 2021, y de enero a mayo 423 mujeres han sido asesinadas por razones de género. México no disminuye la marca de diez mujeres asesinadas cada día y el problema más grave es que el 90 por ciento de los delitos no se denuncia. “Somos una cultura que sigue normalizando la violencia en razón de género”, señaló.

Consideró que debe haber un cambio cultural para avanzar a una vida libre de violencia contra las mujeres, y para lograrlo, dijo, es necesario modificar las acciones de justica; también, erradicar creencias, prácticas y conductas que llevan a la violencia contra las mujeres, y trabajar en la prevención y sanciones. “Esta iniciativa ataca de raíz los problemas”, sostuvo.

Isabella Esquivel Ventura, consejera jurídica de Gendes AC, se pronunció por construir un sistema de justicia más amplio, que vaya más allá de la parte punitiva, que tiene un papel, pero no es el mejor, pues no garantiza que una sentencia de cárcel para alguien que ha ejercido violencia después tenga una reinserción social efectiva.

Destacó la importancia de estas reflexiones para compartir experiencias, y “saber por dónde empezar, por dónde seguir, en dónde nos vamos a atorar —ya se mencionó el tema de los presupuestos y ahí tenemos mucho que hacer— pero, sobre todo, incluir el componente de que no haya una reproducción de la violencia que tratamos de erradicar y a las que queremos abonar en su prevención, atención y erradicación”.

En su turno, la diputada federal electa, Jessica Ortega De La Cruz, dijo que la reforma debe ser armonizada, transversal y vinculante y que esta iniciativa es oportuna y necesaria por las “cifras aterradoras” de violencia hacia las mujeres.

Planteó cambiar la ley electoral para que, del 5 por ciento de recursos con que cuentan los partidos para capacitación, se destine una parte al tema de las masculinidades positivas en tránsito dentro de las organizaciones políticas, “porque ahí se genera un alto número de violencias hacia mujeres que queremos construir carrera política”. Se pronunció por generar un observatorio con perspectiva de género que vigile la transparencia de recursos y su aplicación responsable.