Descontrol inflacionario ya impacta en alimentos y energía; gobierno debe innovar, no caben respuestas tradicionales: PRD

Deporte

Antonio Ortega Martínez, Secretario de la Comisión de Hacienda e integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, alertó que el atraso en el abasto de insumos al mercado nacional generado por la pandemia del Covid-19, está generando presión sobre los costos, particularmente en alimentos y energía, y un descontrol en la inflación, por lo que llamó al gobierno federal a implementar acciones innovadoras que permitan reactivar los ingresos y el poder adquisitivo de la gente.

Dijo que es insuficiente una respuesta tradicional y propuso poner en marcha el Ingreso Mínimo Vital de 3 mil 600 pesos mensuales por un periodo de tres hasta cinco meses (propuesta defendida por el PRD desde que inició este gobierno) a quienes perdieron su empleo o vieron disminuidos sus ingresos de manera considerable; brindar estímulos a productores del campo y a los diversos sectores industriales más afectados; suspender el cobro de capital e intereses de créditos hipotecarios, tarjetas de crédito y automotrices; así como por servicios de luz, agua, gas, Internet y telefonía celular en lo que resta de este 2020, repartiendo el pago de mensualidades durante año y medio.

Ejemplificó que es en los productos agropecuarios y energéticos donde se concentran las presiones inflacionarias más fuertes: Futas y verduras, 13.12 por ciento de sobrecosto que tiene a incrementarse, al igual que los productos pecuarios (vacas, caballos, ovejas, cerdos, cabras), presentaron 4.10 por ciento de incremento. En cuanto al rubro de energéticos y tarifas, se dio un recargo del 1.50 por ciento.

“El gobierno no puede evadir su responsabilidad de apuntalar a la planta productiva nacional. Es correcto apoyar el consumo, pero también al productor para que los bienes y servicios salgan al mercado”, recalcó.

Ortega Martínez expuso que las condiciones del país no son normales y, por ende, el Congreso esta vez no puede limitarse solo a estudiar y a aprobar lo que el Ejecutivo le manda: “Cada día es más preocupante la situación de la banca, la gente no puede pagar y está aumentando la morosidad; la inflación se ha desatado y debemos ver por qué”, señaló.

Con una alta inflación, añadió el legislador perredista, las tasas de interés se vuelven negativas y no van a producir utilidades para el ahorro, por lo cual no se descarta la fuga de capitales. La inversión extranjera no fluirá y se presionará nuestro tipo de cambio, reiteró.

Lo importante, concretó, no es pensar en un control de precios por decreto, como se hizo en el pasado, lo que sí debe entender el Presidente López Obrador, es que una planta cerrada o quebrada serán un mayor obstáculo para lograr el crecimiento que su gobierno se ha propuesto ya no digamos para este año sino para los posteriores.

Lo que nos debe quedar claro, finalizó, es que de no tomar medidas, el gobierno no estará en condiciones de atender las necesidades del consumo y, en contraparte, las presiones inflacionarias por el lado de la oferta pueden ser muy negativas para el país.