Dedicarán homenaje al poeta romántico Manuel Acuña en el Palacio de Bellas Artes, a 170 años de su nacimiento

Cultura

El 27 de agosto se cumplen 170 años del natalicio del poeta coahuilense Manuel Acuña, quien sólo vivió 24 años, pero escribió en ese breve lapso 80 poemas amorosos, patrióticos, humorísticos, descriptivos y de circunstancias, así como una obra de teatro, tres artículos y 12 cartas.
Acuña (1849-1873) es considerado uno de los más destacados representantes del romanticismo mexicano, aunque también se sintió atraído hacia las ideas progresistas, liberales y positivistas, siguiendo el ejemplo de Ignacio Manuel Altamirano.
Su obra será recordada durante el homenaje Manuel Acuña. 170 años que se realizará en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el martes 27 de agosto a las 19:00 horas. Participarán: Marianne Toussaint, Mariana Ozuna, César Cañedo y Sergio Valero, con Javier Garciadiego como moderador; actividad organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Los conocedores de la obra del poeta señalan que “su inflamado carácter romántico, el lirismo que se apoderó, poco a poco, de sus anhelos literarios y su naturaleza enfermiza, conformaron paulatinamente unos poemas en los que se advierten los destellos de su pasión y su genio poético, características que se acentuarían con la turbulencia de sus amores y desamores que lo conducirían, en medio de la locura de amor rechazado, al suicidio.”
Autor de poemas célebres como Nocturno a Rosario, Ante un cadáver, La vida en el campo, A la Luna, entre otros, Acuña se sintió atraído desde la adolescencia por las letras. A los 17 años se trasladó a la Ciudad de México para estudiar latín, matemáticas, francés y filosofía, aunque finalmente se decidió por la Escuela de Medicina, donde se inscribió en 1868.
Siguiendo la escuela romántica francesa, inglesa y española, Acuña empezó a escribir bajo la influencia literaria y espiritual de Gustavo Adolfo Bécquer. A igual que muchos poetas anteriores a él, como Lord Byron, Percy Shelley, Mariano José de Larra y Gérard de Nerval, el vate mexicano llega por momentos a caer en el materialismo y cuestiona la existencia de Dios, se pregunta por el origen y destino del hombre, el sentido de la vida, el cambio del amor al desamor y la injusticia terrenal, entre otros temas.
Paulatinamente, dicen los críticos, “Acuña adopta un tono de encendida protesta existencial y revolucionaria que no se ve mitigada por la fe religiosa o por el conformismo que debiera ser fruto natural de una cierta madurez, pero que asume en sus poemas humorísticos con un descarnado acento de burla”.
Amigo de su colega Juan de Dios Peza, Acuña escribió el drama “violentamente romántico” El pasado, en el que —a decir de los especialistas— “pueden rastrearse todas las características de la personalidad humana y literaria del joven poeta”.
Sin embargo, el poema más conocido de Acuña es y seguirá siendo Nocturno a Rosario, dedicado a su principal musa y amor no correspondido Rosario de la Peña, el cual prometía un brillante amanecer en el panorama poético mexicano.
Murió a los 24 años como el conde francés, Acuña, “envuelto en su aura romántica, no desea recorrer el camino hacia la gloria literaria que sus jóvenes escritos parecen reservarle y se niega a soportar una vida en la que su pasión vaya paulatinamente extinguiéndose, privada del amor de su esquiva musa”, relatan sus biógrafos.
El 6 de diciembre de 1873 fue el último día que se vio con vida a Manuel Acuña, cuyos poemas se editaron juntos por primera vez en París en 1884, recopilados de varias publicaciones periódicas mexicanas.
Ese día, Peza lo encontró muerto en la celda 18 de la Escuela de Medicina, luego de que Acuña cometiera suicidio al ingerir cianuro, por no ser correspondido por Rosario de la Peña.
Junto a su cadáver se encontró una nota: “Lo de menos será entrar en detalles sobre la causa de mi muerte, pero no creo que le importe a ninguno; basta con saber que nadie más que yo mismo es el culpable. Diciembre 6 de 1873. Manuel Acuña”.