Contradicciones del presidente colapsan crecimiento económico y crean inestabilidad en inversiones privadas y extranjeras: PRD

Deporte

Tras las previsiones de la propia Secretaría de Hacienda que estiman una reducción del  crecimiento económico para los primeros dos años del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador contrario a sus promesas de campaña, la Dirigencia Nacional Extraordinaria (DNE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) pidió al Ejecutivo no distorsionar y desestimar  los análisis económicos, pues esto genera incertidumbre en el mercado financiero e inestabilidad en la inversión privada y extranjera.

El PRD ve con preocupación que el Presidente tome a la ligera, revire y minimice, sin mostrar estudio alguno, las estimaciones que presentó Hacienda y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en el que se prevé que la economía mexicana crecerá en un rango entre 1.1 y 2.1 por ciento en este año y 1.4 y 2.4 por ciento en el 2020.

Sostiene que la inestabilidad del gobierno federal, la falta de políticas para generar un cambio en la estructura del país, además de la reducción del gasto público, la falta de inversión privada y extranjera así como el desequilibrio comercial, han afectado el crecimiento económico de México.

La Dirigencia Nacional Extraordinaria, integrada por Adriana Díaz, Estephany Santiago, Karen Quiroga, Ángel Ávila, Fernando Belaunzarán, Camerino Márquez y Arturo Prida, considera que las cifras reveladas contradicen la promesa sexenal de López Obrador, de alcanzar un 4 por ciento anual de crecimiento es imposible debido a las complicaciones económicas actuales y a la disminución de inversión privada, la cual ha afectado la productividad del país.

Además de que las estimaciones arrojan una pérdida aproximada de .40 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).

Este instituto político consideró que se deben crear las condiciones para lograr un crecimiento económico, acciones que el actual gobierno no ha emprendido.

Actualmente el país enfrenta una deuda pública que no va directamente a la inversión en el sector productivo; una reducción en el gasto público; priorización de la zona sur en el sector agropecuario dejando con una disminución considerable a la zona norte del país; así como conflictos laborales, que su principal objetivo es crear un corporativismo, como en los viejos tiempos del PRI, lo que ahuyenta la inversión en el sector y obliga a las empresas a migrar a otros países.