Conservadores y fundamentalistas intentan hacer retroceder los derechos de las mujeres

Internacional

Millones de mujeres y niñas siguen muriendo durante el embarazo y el parto, no tienen acceso a anticonceptivos o a un aborto seguro, 25 años después de que los líderes mundiales se comprometieran a salvaguardar sus derechos. Expertos de la ONU alertan de que “un fuerte discurso de oposición” pretende que los Gobiernos se retracten de esos compromisos.

En una conferencia en 1994, los líderes mundiales se comprometieron a priorizar los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y niñas. Hoy, “sigue habiendo una enorme cantidad de trabajo por hacer”, señala un grupo* de relatores de la ONU.

Esta semana los mandatarios internacionales se reúnen de nuevo en Nairobi, Kenya, para celebrar el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) que tuvo lugar en El Cairo.

En el balance de esas dos décadas hay importantes logros, como la reducción del 38% de la mortalidad materna entre 2000 y 2017. Sin embargo, más de 800 mujeres siguen muriendo cada día por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.

“Estamos lejos de cumplir las promesas”, dicen los expertos en un comunicado conjunto previo a la reunión que, del 12 al 14 de noviembre, congregará a jefes de Estado, ministros, parlamentarios y miembros de la sociedad civil.

Los relatores advierten que los avances están en peligro por “los intentos de hacer retroceder los derechos de las mujeres por parte de fundamentalistas religiosos y conservadores” que son “particularmente graves en las áreas de salud y derechos sexuales y reproductivos”.

Ese “fuerte discurso de oposición” pretende que los Estados se retracten de los compromisos firmados hace 25 años, ponen en riesgo la igualdad de las mujeres y las relegan a un papel reducido a la familia y la procreación.

Por eso, piden a la comunidad internacional que “reafirme los compromisos sin ambigüedad” y que “aumenten la voluntad política y las inversiones” en salud sexual y reproductiva.

Sin acceso a anticonceptivos y abortos

Aunque ha habido avances, 25 millones de mujeres se someten a abortos inseguros cada año y 214 millones no tienen acceso a anticonceptivos. 

La “criminalización del fin del embarazo”, señalan los relatores “sigue siendo una de las manifestaciones más dañinas de la instrumentalización de los cuerpos y la salud de las mujeres”. Se pone en riesgo su vida y su salud y se les “priva de la autonomía en la toma de decisiones”, añaden.

Otra lacra que resiste es el matrimonio infantil, que conlleva embarazos adolescentes y que las niñas tengan que abandonar la escuela o el mercado laboral.

“Si no respetamos y protegemos los derechos humanos de las mujeres, su autonomía y capacidad de decisión sobre sus cuerpos y sus vidas, no lograremos los objetivos de desarrollo sostenible sobre igualdad de género ni empoderaremos a todas las mujeres y niñas”, concluyen los expertos.

 

* Expertos de la ONU: Grupo de trabajo sobre discriminación contra mujeres y niñas