Conocer gente, costumbres y lenguas me han hecho poeta, decía Tomás Segovia

Cultura

Tomas Segovia (Valencia, España, 21 de mayo de 1927-Ciudad de México, 7 de noviembre de 2011), intelectual marcado por la Guerra Civil Española que lo convirtió en un niño del exilio republicano y en nómada, fue escritor, traductor, impresor, promotor cultural, diseñador y, como él mismo especificaba, principalmente paseante. A decir del escritor recientemente fallecido José de la Colina, los últimos poemarios de Segovia fueron escritos de memoria mientras caminaba.
Ensayista de primer orden y traductor prolífico, fue, sobre todo, un poeta que pasará a la historia de la literatura por libros como Anagnórisis (1967), Cantata a solas (1985) o los más recientes Salir con vida (2003) y Siempre todavía (2008).
Segovia radicó en México desde 1940. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Institut Français d’Amérique Latine y la Universidad de París.
Durante un tiempo fue un cercano pero desobediente colaborador de Octavio Paz; un hombre libre que vivió varios exilios, de los que pensaba que tal vez se trataron de una buena aventura, porque conocer gente, costumbres y lenguas distintas “me han hecho lo que soy: un poeta”, señaló en alguna ocasión. También aseguró que el poema no está en lo escrito, sino entre lo escrito y el lector.
¿Mexicano? ¿Español? Poeta alemán lo llamó su amigo José Bergamín. Hispano, decía él, y, pese a todo, defendió siempre que un escritor es más de su época que de su país.
Tomás Segovia es autor de una gran diversidad de obras literarias. En poesía se citan La luz provisional (1950), Luz de aquí (1982), Lapso
(1986), Casa del nómada (1994), Misma juventud (2000), En los ojos del día. Antología poética (2003), El tiempo en los brazos: cuaderno de notas. 1950-1983 (2009), Sin nada en otro sitio (2009) y Estuario (2011).
Entre sus ensayos sobresalen Actitudes (1970), Contracorrientes (1973), Poética y profética (1986), Alegatorio (1997), Recobrar el sentido (2005) y Digo yo (2011). El teatro también fue un género de su interés. En éste escribió Zamora bajo los astros (1959). En narrativa destacan Trizadero (1974), Personajes mirando una nube (1981) y Otro invierno (2001).
Fue editor de la Dirección General de Publicaciones de la UNAM; secretario de la colección Clásicos universales; titular de la
Casa del Lago; profesor de El Colegio de México, donde creó el Centro de Enseñanza e Investigación de la Traducción; director de la Revista Mexicana de Literatura, y jefe de redacciónde Plural.
Asimismo, tradujo obras de Giuseppe Ungaretti, André Breton, Alain Borer, Cesare Pavese, Victor Hugo, Roman Jakobson, Paul Vignaux, Mircea Eliade, Rainer Maria Rilke, Jacques Lacan, Frances Yates, William Shakespeare y Gérard de Nerval, entre muchos otros autores.
Fue colaborador de Plural, Revista Mexicana de Literatura, Revista de la Universidad de México y Vuelta, becario de El Colegio de México, el Centro Mexicano de Escritores y la Fundación Guggenheim, y miembro del Sistema Nacional de Creadores Artísticos desde 1994.
Obtuvo los premios Xavier Villaurrutia 1973, por Terceto; Magda Donato 1974, por Trizadero; Alfonso X de Traducción Literaria 1982, por Atalía de Jean Racine, y 1984, por Poesías completas de De Nerval; Juan Rulfo 2005, por su trayectoria, y de Poesía Federico García Lorca 2008, por su aportación a la literatura, entre los más importantes. En Aguascalientes recibió su último reconocimiento, el cual compartió con el argentino Juan Gelman: el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval.