Condena la diputada Laura Rojas la violencia en contra de mujeres y niñas

Nacional

La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández, condenó la violencia en contra de mujeres y niñas; subrayó que todas las autoridades tienen que dejar de minimizar el problema y las exigencias de soluciones.Ello, al dar un mensaje en el marco de la discusión del acuerdo de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política, por el que la Cámara de Diputados pronuncia su rechazo a cualquier forma de violencia de género.
Dicho acuerdo también exhorta a las autoridades de todos los órdenes de gobierno a implementar una política integral para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas.
A CONTINUACIÓN, EL MENSAJE ÍNTEGRO DE LA DIPUTADA PRESIDENTA, LAURA ROJAS HERNÁNDEZ:

Nos están matando.
Ya se ha dicho mucho en esta tribuna el día de hoy, ya se ha dicho mucho en las plazas, en las marchas, en los medios de comunicación, en las redes sociales.
Ya se ha dicho mucho y lo seguiremos diciendo hasta que las muertes de mujeres y niñas paren.
Hasta que los “nos la mataron” dejen de oírse en los velatorios, hasta que asumamos que la nuestra es una sociedad machista, violenta, feminicida y empecemos a cambiar.
Hasta que las autoridades todas, dejemos de minimizar el problema y las exigencias de solución.
Lo seguiremos diciendo hasta que los ministerios públicos dejen su indolencia y su burocratismo ante las denuncias de mujeres violentadas y desaparecidas.
Hasta que las fiscalías y los juzgados se tomen en serio su obligación de terminar con la impunidad y aprendan a impartir justicia con perspectiva de género.
Hasta que los poderes ejecutivos de todo el país inviertan suficiente dinero público en proteger nuestra integridad y nuestra vida.
Y hasta que esta Cámara de Diputados empiece a tomar decisiones autónomas en materia presupuestal y asigne esos recursos suficientes a una política integral de prevención y atención de las violencias en razón de género.
Nos están matando y hay que hacer algo ya.
En México se matan a 10 mujeres al día por el simple hecho de ser mujer. La violencia feminicida no es nueva, pero va en aumento y
varios casos nos han horrorizado en los últimos meses.
Uno fue el de Abril Pérez asesinada a balazos en noviembre de 2019, previamente víctima de violencia por su esposo.
Entre el 8 y el 9 de febrero Ingrid Escamilla fue asesinada y brutalmente descuartizada por su pareja.
Y solo una semana después, Fátima, de apenas 7 años, torturada, violada y asesinada.
¿Cuántas más? Somos una sociedad enferma que lastima y mata.
ONU Mujeres se expresó así respecto al asesinato de Fátima:
“El feminicidio de una niña es el fracaso de una sociedad, es un motivo de vergüenza para todos y un obstáculo central para el desarrollo igualitario, sostenible e inclusivo.”
Pongamos manos a la obra desde esta Cámara.
Hemos dado un buen primer paso con la conformación del grupo plural integrado por representantes de todos los grupos parlamentarios y las presidentas y presidentes de comisiones que tienen que ver con la agenda de igualdad sustantiva, particularmente con el grupo técnico de diputadas y diputados que estará trabajando con la Fiscalía General de la República para fortalecer el tipo penal de feminicidio, así como con las fiscalías de los estados para homologarlo en todo el país.
El diálogo entre el fiscal general de la República y este grupo plural de diputadas no solo conjuró la idea de desaparecer el delito de feminicidio, sino que esperamos resulte en una dinámica de colaboración que dé resultados tangibles a la brevedad.
Pero fortalecer el tipo penal no basta, la dimensión, urgencia y gravedad del problema, ameritan la restitución de una Fiscalía Especializada para atención a delitos contra mujeres, amerita la aprobación de una ley general tal y como lo ha recomendado la ONU y la OEA a través de su Ley Modelo Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Muerte Violenta de Mujeres y Niñas, y también, repito, necesitamos asignar recursos presupuestales para atender el problema.
Quiero terminar haciendo un llamado a la unidad. La solución a la violencia feminicida nos convoca a todas y todos y es responsabilidad de todos: alcaldes, gobernadores, presidente de la República, Fiscalías, Poder Judicial y Poder Legislativo, todos los poderes y todos los órdenes de gobierno.
Recuerdo ahora ese coro lapidario del himno feminista “Un violador en tu camino”:
Y la culpa no era mía, ni donde estaba ni cómo vestía.
El violador eras tú.
Son los pacos, son los jueces, el Estado.
Nosotros compañeros y compañeras somos parte del Estado así que hagamos nuestro trabajo, hagámoslo a paso pronto y en unidad, para recuperar nuestro derecho a vivir libres de violencias, nuestro derecho a vivir en paz.