Con recursos públicos, construye gobierno de AMLO, estructura financiera para garantizar triunfo de Morena en la elección del 2021: PRD

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El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) en la Cámara de Diputados, alertó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador construye una estructura financiera (a través de lo que era el Bansefi, hoy Banco de Bienestar) para operar los 50 mil millones de pesos anuales destinados a programas de combate a la pobreza, con propósitos político-electorales hacia el 2021.
Al presentar el posicionamiento del GPPRD sobre el dictamen con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la ley orgánica del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y transformarlo en “Banco del Bienestar”, Ortega Martínez explicó que por ello hay 14 programas que van a repartir dinero y el gobierno requiere ya no recurrir a OXXO, Electra o al Banco Azteca, sino que “quiere su propio banco”.
“¡Quieren su propia institución que garantice y asegure que estos recursos no van a ser producto del escándalo, de la denuncia! Se está construyendo una institución para ver cómo se disfraza, cómo se protege el programa político-electoral más importante del régimen, la estructura para ganar la elección intermedia del 2021”, aseguró.
“Un responsable nacional; 32 súper delegados; 237 delegados regionales que están en distritos federales electorales; 23 mil servidores de la Nación; 17 millones de beneficiarios para este año, 20 (millones) para el 2020 y entre 24 y 27 (millones de beneficiarios) para el 2021, fecha de la elección; 50 mil millones de pesos anuales dedicados a este programa político-electoral”, enumeró.
“Se requiere disfrazarlos, esconderlos, evitar que se conviertan en escándalo y esta reforma a Bansefi se está construyendo para eso. ¿Quién va a poder competir en igualdad de condiciones en el 2021 con una estructura financiada con estos recursos?” cuestionó.
“Las viejas prácticas clientelares que tanto daño hicieron a la democracia, las del PRI, las del PAN y las del PRD, citó, se quedan chiquitas ante la deformación y ante la ambición de poder y el respaldo en una institución y una organización como la que se quiere montar”, acusó.
Al pedir el respaldo de los partidos opositores, Antonio Ortega dejó en claro que esta iniciativa de Morena “es una clásica propuesta de ley ensalivada”. ¿Quién se puede oponer al discurso general de una ley que va a fortalecer la bancarización de las actividades financieras y económicas de la población? ¿Quién se puede oponer al dicho de “fortalecer la cultura del ahorro y crédito de la inversión”? ¿Quién se puede oponer a una institución que promueva la adopción de modelos de negocios y tecnologías financieras?
No obstante, adelantó que esta ley va a generar amparos e inconformidad. Incluso, resaltó que las restricciones actuales al gasto gubernamental, dificultarán el cumplimiento de todo lo que en ella se plantea (innovación tecnológica para comunidades en pobreza extrema; acceso a financiamiento en condiciones de equidad; medios de pago electrónicos en comunidades indígenas y nuevos modelos de negocio, entre otros); y no hay manera de invertir en el fortalecimiento y creación de ese gran banco del gobierno.
“La iniciativa no deja claro hasta dónde llega la concepción de la banca de desarrollo y hasta dónde realizará funciones de banca social. Se entiende que esta institución bancaria actúe como fiduciaria; pero -volvemos a lo mismo- se hace sin ninguna prevención o restricción, cuando lo correcto es que la ley establezca restricciones con el fin de generar además de una cultura de transparencia, garantizar que lo que han sido las figuras de opacidad como los fideicomisos públicos, se terminen.
Finalmente, Ortega evidenció que la premura para sacar adelante esta iniciativa, hizo que los promoventes de Morena la presentaran con un error de actualización; pues incorporaron -de nueva cuenta- la figura de las “sociedades de inversión” cuando hace algunas semanas fue modificada por los mismos legisladores, la ley del SAR (Sistema de Ahorro para el Retiro) donde fue incorporado el concepto de “Fondo de Inversión” para hacer más ágil la toma de decisiones en estas sociedades.
“Nos preocupan expresiones como la adopción de ‘modelos novedosos’, la permisividad e igualmente indefinición de las actividades que se van a realizar por el nuevo banco”, remató.