CCI advierte producción agroalimentaria en picada, costos de producción al alza e insolvencia económica del campesino

Agricultura

El Presidente de la Central Campesina Independiente, José Amadeo Hernández Barajas, alertó que la producción de alimentos agrícolas en México va en picada pues al cierre del primer semestre de 2021 las importaciones de granos y oleaginosas alcanzan un récord de 19.84 millones de toneladas lo que representa un alza de 14.3%; el pequeño agricultor tuvo un alza de entre 30% y 50% en los costos de insumos como semillas, fertilizantes y herbicidas, dejándolo en la insolvencia económica para invertir en la producción.

Además, sostuvo, el Presupuesto para el Campo, que en la Cámara de Diputados inicia su discusión, no contempla apoyos para fomento productivo.

La falta de producción está fuera de control, alertó al sostener que el campesino, el agricultor, el ganadero, el pescador además de insolvencia económica enfrentan los efectos negativos del cambio climático.

Señaló que lo anterior se sustenta en el hecho de que la actividad agrícola se enfrenta actualmente a sequias prolongadas, heladas, granizadas e inundaciones recurrentes pero no hay mecanismos de adaptación financiados por el Gobierno Federal.

Ante una naturaleza cada vez más errática, el campo tiene el reto de seguir produciendo alimentos, garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, pero en México esto es lejano.

Al inaugurar el LVIII Pleno Agrario Nacional, el dirigente de la CCI, José Amadeo Hernández Barajas, señaló además actualmente se debate la Reforma Constitucional de la Industria Eléctrica, tema de suma importancia para los campesinos por lo que “nos pronunciamos porque la ley garantice al pueblo electricidad a precios accesibles ya que el uso de la energía eléctrica impactará en los costos de producción por el uso de bombeo de agua”.

Otro aspecto negativo para la producción, insistió, son los precios de los fertilizantes los cuales reportan incrementos en las últimas semanas, originados por la reducción en la oferta de gas natural y el aumento en el precio de los fletes marítimos.

Por lo anterior la CCI “convoca a fortalecer el movimiento campesino, a construir una agenda básica y tratar de incidir en las políticas públicas”.

Denunció que el ataque a la organización social continúa y “nosotros seguimos en lucha pero dispersos, distantes de otras fuerzas sociales y si no es con unidad, con solidaridad, no vamos a superar esta etapa de agresión y menosprecio”.

Ante un centenar de representados y otros más conectados en videoconferencia desde diversos estados del país, expresó que a las organizaciones campesinas nos ha tocado el enorme reto de enfrentar en forma simultánea las crisis de salud, económica y climática que han traído una nueva etapa de atraso, pobreza y desigualdad en el campo, pero también nos toca el gran privilegio de dar la cara con firmeza a las adversidades, de sembrar una nueva semilla de esperanza.

En su intervención inaugural, José Amadeo Hernández Barajas, líder nacional de CCI, hizo un balance de la situación que priva en el país y sobre el particular dijo que “los efectos nefastos de la pandemia y la crisis económica son lacerantes pues según datos de la última encuesta del INEGI, más de 17 millones de mexicanos están en busca de un empleo”.

Muchos han vuelto a trabajar, pero la mayoría sólo ha conseguido un empleo informal ya que de los 10.5 millones de mexicanos que se reintegraron a un trabajo el 80 % es informal, con bajos salarios y sin seguridad social. En total, de los 55.2 millones de trabajadores ocupados en el país, el 56.2 por ciento son informales.

La inflación es el otro lastre sobre las espaldas del pueblo ya que en los dos últimos años la tortilla subió un 25% en promedio a nivel nacional; la carne hasta el 60 por ciento y el gas LP más de 40 por ciento pues en octubre de 2019 se vendía el kilo en 17.44 pesos y está en 25.25.

“Esto es lo que realmente lastima al pueblo y esto es lo que está fuera del discurso presidencial, fuera del debate político”, enfatizó.

Por ello el debate público es sobre el paquete presupuestal para el año 2022 y hay razones para participar en él ya que “el modelo de mercados abiertos en el que nos metió y nos mantiene descapitalizados y en el atraso técnico”.

Se requiere el apoyo del gobierno pero a cambio ha recortado el presupuesto público ya que de los 70 mil millones de pesos que se destinaban al fomento productivo en 2018, este año se destinan apenas unos 28 mil millones.

El Ejecutivo ha planteado cambios importantes en materia de impuestos: Quiere que al cumplir 18 años, los jóvenes se inscriban en el Registro Federal de Contribuyentes; quiere reducir el financiamiento a las organizaciones de la sociedad civil que realizan actividades altruistas y quiere cambiar de régimen a los productores agropecuarios, con lo que se pagarán más impuestos.

En su opinión, expuso “los productores tendremos que esperar un gobierno sensible, que brinde apoyo para la renovación de maquinaria y equipo agrícola, necesario porque la mayoría está obsoleta y tenemos un déficit superior al 50%”.

Tendremos que depender de la condescendencia de la naturaleza para que no nos caigan heladas, sequías y otras calamidades climáticas, porque si nos llegan, nos llegaría la ruina económica, pues no hay apoyo para enfrentar pérdidas por contingencias climatológicas, reiteró.

Además, alertó, pobreza, desempleo y violencia en México y Centroamérica están generando una ola migratoria sin precedente que amenaza la estabilidad social del país, desprestigia a la nación  como defensora de derechos humanos y nos coloca en el papel de instrumento de los intereses de los Estados Unidos.

La CCI se pronuncia por un campo ordenado, seguro y en paz; por un campo productivo, rentable, que genere ingresos dignos para los productores; por un campo sustentable que equilibre naturaleza sana y producción y por un campo equitativo, sin pobreza ni desigualdad, concluyó.