Cambio de hábitos alimentarios evita enfermedades cardiometabólicas

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La transformación del sistema agro-alimentario y del modelo de atención primaria a la salud son dos estrategias para controlar la epidemia de enfermedades cardiometabólicas, indicó el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura.

Al participar en los paneles del Foro: “Acceso a servicios de salud” que se realizó previo a la inauguración de la XXII Semana Binacional de Salud, López Ridaura indicó que el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes y enfermedad cardiovascular es la obesidad. Por ello, precisó, es necesario modificar los hábitos alimentarios.

Recordó la conformación del Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), con el objetivo de construir un sistema agroalimentario saludable, justo, sostenible y competitivo.

Dos de los logros de Gisamac es el etiquetado frontal de advertencia en alimentos ultraprocesados y bebidas con azúcares añadidas, y el decreto presidencial para sustituir gradual y progresivamente el uso de glifosato.

Dijo que, en la transformación del modelo de atención primaria a la salud, en nuestro país se puso en marcha Hearts, iniciativa global para la prevención y el control de enfermedades cardiovasculares, que pone énfasis en el control de la hipertensión arterial, diabetes y dislipidemia.

El director general del Cenaprece sostuvo que existen oportunidades para la colaboración binacional entre México y Estados Unidos en esta materia, como las acciones intensivas de promoción de hábitos alimentarios en migrantes; mecanismos de diagnóstico oportuno y atención continua a personas con enfermedad crónica, así como el establecimiento de estándares comunes de regulación del sistema agroalimentario.

Durante la exposición “Enfermedades crónicas degenerativas: diabetes, hipertensión, obesidad y cáncer”, López Ridaura subrayó que las enfermedades asociadas a la obesidad representan tres cuartas partes de las muertes en el mundo, con gran impacto en la mortalidad prematura y reducción de la esperanza de vida.

Explicó que México es considerado uno de los países con mayor número de personas con diabetes. Este problema creciente de obesidad no solo responde a factores genéticos, sino a los entornos donde se mueve la población.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que, en 2020, las enfermedades cardíacas fueron la principal causa de muerte en México, seguidas de COVID-19, diabetes y tumores malignos.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 refiere que, en México, 74.1 por ciento de la población tiene sobrepeso y obesidad; 30.2 por ciento, hipertensión; 15.7 por ciento, diabetes y 19.5 por ciento, dislipidemias.

El director general del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), Abelardo Meneses García, presentó el programa de cáncer en México y las políticas públicas para inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.

Dio a conocer que en el instituto a su cargo se puso en marcha el programa “INCan saludable”, a través del cual el personal practica seis actividades para mejorar su salud: desayunar dentro de las primeras dos horas a partir del despertar —después de ese tiempo lo que se ingiere se acumula en el abdomen—; caminar dos mil pasos por día, adicionales a lo habitual; reducir al menos 100 calorías por día; dieta con alta proporción de leguminosas, verduras, frutas y granos enteros y menos carnes; y el consumo de dos litros de agua diario.

Las personas que participan en el programa disminuyeron en promedio cuatro kilogramos en cinco meses, aunque hubo quienes bajaron hasta 30 kilogramos. Este cambio contribuye a reducir el riesgo de diferentes tipos de cáncer, ya que los inadecuados hábitos de vida tienen un fuerte componente en el desarrollo de esa enfermedad.

Indicó que en México cada año se registran 195 mil casos nuevos y 97 mil 323 fallecimientos por todos los tipos de tumores, lo que representa 12 por ciento de todas las muertes. Es prevenible 30 por ciento, y otro 30 por ciento se puede diagnosticar en etapas tempranas.

El director general del INCan indicó que los tumores malignos más frecuentes en México son cáncer de mama, con casi 30 mil casos nuevos; próstata, 27 mil 049; colon, 14 mil 900; tiroides, 12 mil 122; cérvix, siete mil 869; y pulmón, siete mil 811.

Detalló que este padecimiento ha aumentado debido a la migración de zonas rurales a urbanas, los cambios en estilos de vida que han propiciado obesidad y sobrepeso, así como el consumo de tabaco y el tiempo que tarda una persona en recibir atención especializada.

El especialista sostuvo que México, junto con otros 11 países en el continente americano, registran 92 por ciento de la incidencia  en la región y muchos de los migrantes provienen de esas naciones.

Existen algunos cánceres como el cervicouterino, de mama y colorrectal, que se pueden prevenir o detectar oportunamente, pero es indispensable sumar esfuerzos. Como ejemplo, dijo que en las últimas décadas se redujeron 40 por ciento los casos de tumor de cérvix como resultado de la vacunación, la realización del Papanicolaou y otras medidas.

Reconoció que la realización de la mastografía representa un reto, ya que solo 20 por ciento de las mujeres elegibles se la practica, y para que haya éxito se tiene que llegar a 70 por ciento. Esto requiere el involucramiento de la familia y la comunidad.

Meneses García precisó que el adecuado consumo de ácido fólico, evitar consumo de alcohol y tabaco, así como la exposición a humo de segunda mano y a sustancias químicas durante el embarazo, además de conocer si existen antecedentes familiares de cáncer reduce el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

En el panel sobre salud mental, el director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP), Juan Manuel Quijada Gaytán, refirió que están disponibles para la población migrante los servicios de información y orientación a través de 49 Ventanillas de Salud y dos unidades móviles en territorio estadounidense, ya que se considera un grupo vulnerable que sufre y enfrenta todo tipo de barreras, como el acceso a servicios de salud.

Subrayó que la prevención es la prioridad en el proceso de transformación de la salud física y mental; sin esta medida, no habrá hospitales ni servicios que alcancen para tratar a todas las personas usuarias y sus familias cuando lo necesiten.

Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en 2020 aumentó 25 por ciento la depresión y ansiedad a causa de la pandemia de COVID-19. Esta problemática, explicó, requiere programas integrales y participación de todos los organismos de salud.

Anunció que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y sus plataformas digitales se suman a los programas de capacitación para poner a disposición de connacionales en Estados Unidos, más y mejores servicios de atención física y mental.

El director de Información Epidemiológica de la Secretaría de Salud, Christian Arturo Zaragoza Jiménez, dijo que la globalización ha contribuido al incremento de enfermedades, la resistencia antimicrobiana y los cambios en los estilos de vida.

Explicó que, en la medida en que el ser humano altere el equilibrio ecológico, persistirán las enfermedades emergentes y reemergentes.

Detalló que México cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica robusto para verificar 147 enfermedades y a través de los consulados es posible comunicar los brotes que surgen en un país o en la región.

También resaltó que un aspecto fundamental y eje rector es proporcionar información de manera clara, sencilla y oportuna, sin tecnicismos y por diferentes vías de comunicación para evitar que se dificulte encontrar fuentes confiables y orientación fidedigna cuando se necesitan.

En este encuentro académico, también participaron la coordinadora nacional de Ventanillas de Salud, Hilda Dávila Chávez; la representante de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas, Jen Lee; la secretaria Ejecutiva de la Sección Mexicana de la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos, Gudelia Rangel Gómez, y la investigadora de la Universidad de Drexel, Ana Martínez-Donate. Entre otros.

Este 7 de octubre se lleva a cabo la ceremonia de inauguración de la XXII Semana Binacional de Salud que lleva por lema “Esperanza binacional, salud sin fronteras” en Acapulco, Guerrero, sede de la Secretaría de Salud, con la presencia de representantes de las Ventanillas de Salud y de diversas instituciones de gobierno, académicas y sanitarias de México y Estados Unidos.