Cambiar chip cultural para acabar con discriminación y desigualdad, invitó la activista Amaranta Gómez Regalado

Metrópoli

Con la finalidad de generar conocimiento y reflexión sobre cómo las personas líderes desarrollan, fortalecen y mantienen las aptitudes necesarias para establecer y alcanzar sus objetivos, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) llevó a cabo la videoconferencia “La importancia del fortalecimiento de las capacidades de los liderazgos no convencionales”.
Durante el encuentro realizado de manera virtual, la Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y Derechos Humanos del IECM, la Consejera Carolina del Ángel Cruz, señaló que en una democracia es indispensable el reconocimiento plural de la sociedad y la inclusión de todas las voces que la componen y de aquellas que trasmiten las necesidades de diversos grupos sociales, en especial los de atención prioritaria.
Indicó que los liderazgos no convencionales son un referente colectivo que coadyuvan al cambio social, por lo que son parte fundamental en el desarrollo y consolidación de la democracia en una capital tan grande como es la Ciudad de México.
Por ello, apuntó que en el IECM se considera importante impulsar un espacio de conocimiento y reflexión respecto de cómo estas personas que ejercen estos liderazgos no convencionales, fortalecen sus aptitudes para establecer y alcanzar sus objetivos en materia de derechos político-electorales.
En su ponencia, la activista y antropóloga social, Lic. Amaranta Gómez Regalado, refirió que en México existe un problema de discriminación, el cual se encuentra en diversos niveles, desde las instituciones, las legislaciones, en la cultura y las familias, es estructural y se vive de manera cotidiana. “Este problema de la discriminación nos ha llevado a una interacción asimétrica de dominio, en donde a algunos se colocan en el centro y a otros se les coloca en la periferia, ya sea por algún rasgo, condición o forma de pensar”, dijo.
Agregó que la práctica de la discriminación vulnera el ejercicio de los derechos humanos fundamentales y es ahí, apuntó, en donde está el grave problema, porque muchas veces las comunidades han vivido históricamente y estructuralmente esta segregación y cuando solicitan que sean reconocidos se les revictimiza, por lo que es un problema que no termina de resolverse.
Indicó que en México se han agudizado las desigualdades, un claro ejemplo es lo que sucede ahora mismo con la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, en donde se hace evidente quiénes están en el centro y quienes en la periferia.
En cuanto al tema electoral, señaló que las poblaciones que no participaban tradicionalmente en las contiendas electorales, ahora lo están haciendo; sin embargo, dijo que están llegando tarde a la participación política.
La activista Gómez Regalado manifestó que el gran reto es pensar en cambiar el “chip cultural”, que todas las personas que se encuentran en la escena política en este momento, que toman decisiones y emiten discursos, tienen la obligación ética de romper con los pactos de la discriminación y los de desigualdad.
Afirmó que la interseccionalidad debe servir como un proceso de apalancamiento para acelerar los cambios y mostrar la diversidad, pues logra ampliar los derechos de las personas cuando se visibilizan las múltiples realidades y condiciones en que se vive.
Consideró que afortunadamente en México existen instituciones que aportan a la democracia y a la inclusión, tales como el Instituto Nacional Electoral y el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación, organismos que deben estar protegidos, con blindaje social, porque de otra manera se corre el riesgo de sufrir un retroceso.
Finalmente, reiteró que se necesita que las y los sujetos de atención prioritaria tomen un rol más visible, mediante liderazgos informados, sensibilizados, que acompañen desde una visión interseccional, capacitados y en diálogo con otros movimientos sociales.