Balance y alcances de la Alianza Federalista hacia 2021; sólo la unión en un federalismo efectivo y republicano nos sacará de la crisis

Electoral

La Alianza Federalista se conformó como una organización de estados pujantes  en  lo  social  y  en lo  económico,  y  como  una  plataforma comunicativa    y    política    sin    propósitos    electorales,    únicamente preocupada  por  el  avance  ominoso  de  la  pandemia  por  COVID-19; la falta   de   estrategias   y   tecnicismo   para   hacerle   frente;   la   parálisis económica sin respuestas contra cíclicas; la peligrosa concentración de poder y   recursos y   la afrenta   hacia   la autonomía   de   órdenes gubernamentales.

En  este  año  la  Alianza  Federalista  encontró  que sólo  un  federalismo democrático y fortalecido podría contrarrestar los efectos perversos de un federalismo centralizante y cerrado. Desde nuestros orígenes, cuando la pandemia comenzaba a mermar la salud, la economía y el ánimo de los mexicanos, fuimos de los primeros estados  en  llevar  a  cabo  acciones  conjuntas  para  cerrarle  el  paso  al virus. Estas acciones fueron tan puntuales y convincentes que lograron que otros gobiernos de diferentes regiones y bajo premisas ideológicas incluso opuestas se sumaran a nuestra causa, la cual podemos resumir en la búsqueda de un auténtico y democrático federalismo. Señalamos con precisión las fallas en la estrategia de salud, la cual no sólo no previno el actual desastre, sino que fue omisa y sólo consiguió ponderar  actores  políticos  que,  más  que  contrarrestar  de  manera autocrítica  y científica el  avance  de  la  pandemia, sacaron raja  en provecho  de  su  imagen, en  descuido  de  la  salud  pública y  hasta  en intentos penales contra el pacto federal.30de diciembre de 2020

Posteriormente,  denunciamos  la  extinción  de  109  fideicomisos  y la indebida  apropiación  de  sus  caudales por  parte  del  gobierno  federal, quien, con  argumentos  ambiguos, basados  en una  supuesta lucha contra    la    corrupción, dejó    sin    recursos    a    científicos,    artistas ,deportistas  y organizaciones sociales;  así  como  en  el  desamparo  ante desastres  naturales  a  estados  y  municipios  de  todo  el  país.  En  su confuso discurrir y  bajo  motivos  que  hasta  la  fecha  no  han  sabido demostrar, se optó por la discrecionalidad y la opacidad. Contra ello, acudimos al Poder Judicial en demanda de justicia y control constitucionalidad. A su vez, nos organizamos y llevamos a la opinión pública el tema de la injusta   repartición   de   participaciones   federales   y   recursos   para municipios y estados estipulados en el desfasado y anacrónico Sistema de Coordinación Fiscal y puesto en marcha a través del Presupuesto de Egresos  para  la  Federación  2021,  cuyos  recursos  para  las  entidades federativas  sufrieron  un  sustancial  recorte  que  pone  en  riesgo  las economías locales. Seguimos a la espera de ver cuándo y bajo qué circunstancias se lleven a  cabo  la  Convención  Nacional  Hacendaria,  así  como  una  reunión  del Consejo de Salubridad General para temas urgentes relacionados con la pandemia y la estrategia nacional de vacunación. Hoy, 123,845fallecimientos  después,  continuamos  denunciando la opacidad  y  ausencia  de  estrategia  real  por  parte  de  las  autoridades federales,  sobre  todo  con  la  coyuntura  que  nos  tiene  a  todas  las entidades   federativas   en   vilo:   las   vacunas   contra   COVID-19,   su almacenamiento,   transportación,   distribución   y   aplicación. Como Alianza   Federalista,   adelantamos   que   no   quitaremos   el   dedo   del renglón en este tema.

En  un  esfuerzo  por  reposicionar  a  México  y  a  sus  entidades  en  el panorama  internacional  llevamos  cabo la  firma  de  protocolización  de la  agencia  de  promoción Invest  in  México  Facilitation  Board  A.  C. para cubrir el vacío dejado por la desaparición de instituciones clave para la atracción de inversión extranjera. Sin duda la lista de pendientes es larga, pero hacemos y haremos lo que como Gobernadores nos corresponda, siempre bajo los márgenes de la legalidad  y  honrando  el  espíritu  del  federalismo,  para fortalecer  la colaboración evitando a toda costa la polarización y el rencor social que hoy en día buscan dividir a los mexicanos. Va siendo lugar común decir que el año 2020 ha sido paradigma en más de  un  sentido.  En  términos  generales  representa  una  de  las  peores crisis  de  salud  y  económicas  del  mundo moderno;  por  otro  lado,  ha sacado algunos de los peores vicios de la clase política y evidenciado la centralización y polarización más rampante del actual orden federal. Se ha relegado a la buena fe de la ciudadanía el manejo de las medidas sanitarias  y  se  simula  un  panorama  utópico,  lejos  de los  más  que tangibles escenarios  catastróficos.  Se  juega  de forma  macabra  con  los datos,  tergiversando  y  acomodando  los  hechos  según  lo  marque  la coyuntura.    Sin  duda,  confiamos  en  la  ciudadanía,  pero  no  se  pueden esperar resultados positivos cuando las mismas autoridades no ponen el  ejemplo,  se  presentan  con  discursos  limpios  y  benevolentes  a  los cuales  no  les  hacen  justicia  en  los  hechos  y hacen uso a  modo del monólogo unidireccional que, acusando a otros de politiquerías, ponen en riesgo la debida equidad en los ya corriendo procesos electorales.

El formato comunicativo mañanero, más que informar, funciona como una  suerte  de  tribuna  mediática  donde  la deliberación  pública  es inexistente y la mentira constante. Se nos acusa de “conservadores”, de ser “oposición” y de querer “utilizar a investidura presidencial para fines electorales”, cuando nuestro único  fin  es  poner  al  servicio  de  la unidad  nuestras  capacidades  y  facultades  como  gobernantes, sacar adelante a México y poner al día nuestro federalismo. No  obstante,  estamos  conscientes  que  sólo  con el  trabajo  conjunto conseguiremos salir de las crisis. Por ello hemos urgido e insistido en eldiálogo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y seguiremos haciéndolo hasta que nuestro homólogo federal nos dé la oportunidad de   intercambiar   visiones   y propuestas.   Esta   reunión   ya   se   ha postergado   demasiado   y   en   el   marco   de las nuevas   dinámicas económicas, sociales y políticas impuestas por las crisis conjuntadas es imperativo platicar y llegar a acuerdos. El   2020   nos   impuso   incontables   vicisitudes,   pero si   algo   hemos comprendido dentro de la Alianza Federalista es que juntos resistimos y lo que resiste apoya. Con miras hacia 2021, hacemos el recuento aquí presente para que actores políticos y ciudadanía sepan que cuentan con nuestra disposición y con nuestra solidaridad. Que nuestros caminos se cruzan porque todos somos México. Que apartar a México del desastre demanda de un federalismo fortalecido y útil, y no sólo de la suma de debilidades.  Aún  estamos  a  tiempo.  La  cooperación  entre  niveles  de gobierno es más importante que nunca. Dejemos un legado de unidad y fraternidad y enfrentemos en federación los retos que este nuevo año nos depara. Por un federalismo que no admita desprecios.