Aumentan acciones indispensables de atención y protección de niñez y adolescencia durante emergencia sanitaria por pandemia

Nacional

El secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Ricardo Bucio Mújica, afirmó que aumentarán las acciones indispensables para atención y protección de niñez y adolescencia en el contexto de la pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19), y pasarán de once a quince ejes temáticos y de 43 a 52 acciones específicas.

Ante representantes de 32 sistemas locales, que sesionaron en Comisión de Secretarías Ejecutivas de Protección Integral de Sistemas Nacional y de Entidades Federativas del Sipinna, comentó que acciones en primera infancia, adolescentes, trabajo, embarazo, niñez migrante y refugiada, se unen a las de salud, alimentación, registro civil, atención a violencias, educación, apoyo a ingreso, agua potable, grupos en vulnerabilidad, justicia penal, participación de niñez y adolescencia e internet, aumenta en la cobertura para la  población de 0 a 17 años.

Informó a titulares de secretarías ejecutivas de sistemas locales que, para dar seguimiento de todas estas acciones se trabaja en dos herramientas importantes, un mecanismo de evaluación y monitoreo, así como un anexo de información estadística para que se entreguen datos a autoridades estatales y municipales, a fin de que intervengan en puntos más urgentes y focalizados en beneficio de niñas, niños y adolescentes.

En la reunión también estuvo presente la coordinadora técnica de la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones, Evalinda Barrón Velázquez, quien expresó que con base en experiencias internacionales se ha optado por abordar el consumo de alcohol y tabaco con un enfoque médico y biopsicosocial.

Dijo que la adicción implica un problema de salud mental relacionado con el cerebro y los sistemas de recompensa, que va más allá del consumo y se interrelaciona con factores sociales. Desde esta perspectiva, para reducir de manera efectiva el consumo y prevenirlo en un contexto de violencia, así como construir paz, “tenemos que centrarnos en las personas y no en las sustancias, de por qué están consumiendo, cuáles son los factores en juego, con un marco fundamental de derechos humanos”, puntualizó.

Afirmó que esta estrategia que se enfoca en la demanda de personas complementa la que ejecutan autoridades de seguridad contra la oferta. Esto lleva a acciones de complementariedad como capacitación a personal de ministerios públicos, procuradurías, con enfoque de derechos humanos y basada en participación de comunidades.

Por su parte, la secretaria de Pueblos Indígenas y Afromexicanos del estado de Oaxaca, Eufrosina Cruz Mendoza, señaló que en referencia a violencias contra mujeres se involucra también a hombres porque muchas veces ignoran que su lenguaje y conducta son violentas, amparadas en ‘usos y costumbres’ y consideradas normales.

Subrayó que, en trabajo en comunidades, se detectó que cuando se menciona violencia “nadie habla de niñas, de niños, nadie piensa en su sentir, nadie piensa en lo que sienten con esa violencia. A veces es tan normal que el papá, el abuelo, el tío, el compadre, el padrino ve a las niñas bañándose; a ver, eso no es normal, es acoso sexual, es abuso”. Entonces, al poner este punto a debate en las mismas comunidades hay que asumir responsabilidades como autoridad para romper estos esquemas.

Por eso es importante laborar a ras de tierra porque allí se ve la brecha que hay que cerrar para poner al centro del desarrollo a la niñez en municipios. Hacer canchas o parques que no pueden disfrutar niñas y mujeres no es avance, sino detención.

Apuntó que transformar comunidades implica trabajar con voces de mujeres, de hombres, de niñas y niños, pero en su lenguaje cotidiano sin palabras complejas, con base en lo que dijeron, en lo que se les escucha al recorrer municipios. Así se detectó la necesidad de una atención diferenciada en cada municipio, en su propio zapoteco, en su chinanteco, con mensajes sin complicaciones.