Arturo Márquez, artífice en la conversión de formas y estilos musicales tradicionales, celebra su 69 aniversario

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Uno de los rasgos que mejor identifican a Arturo Márquez es la utilización de formas y estilos musicales mexicanos incorporados en sus composiciones sinfónicas que, como la partitura de su Danzón Núm. 2, ha trascendido fronteras y forma parte del repertorio de algunas de las orquestas internacionales más prestigiosas y, junto con Huapango, de José Pablo Moncayo, son de las piezas sinfónicas nacionales más populares en el mundo.Arturo Márquez Navarro es originario de Álamos, pueblo sonorense de calles empedradas, casonas coloniales y vistosos portales donde nació el 20 de diciembre de 1950, lugar en el cual abrevó sus primeras lecciones de música al escuchar piezas tradicionales, valses, polkas y chotises, del cuarteto que formaban su padre en el violín, su abuelo Othón en la guitarra, el Chorebe en la flauta y Rosas en el contrabajo.
Sin embargo, su trayectoria académica en la música inicia en 1962, año en que su familia se traslada a la ciudad de Los Ángeles, California, donde tres años más tarde, comienza a estudiar violín en la Junior High School. Durante su adolescencia Márquez era asiduo escucha de las canciones de Javier Solís y el Trío Manantial Cali; gustaba de los sones de mariachis, el vallenato, así como de The Beatles, Doors, Santana, Chopin y de la música colombiana, géneros que más tarde influyeron en su diversidad creativa.
Años después ingresó al Conservatorio Nacional de Música donde estudió piano con Carlos Barajas y José Luis Arcaraz. En 1976 se matriculó en el Taller de Composición del ahora Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), donde aprendió al lado de Joaquín Gutiérrez Heras, Héctor Quintanar, Federico Ibarra y Raúl Pavón.
Las primicias musicales del compositor sonorense, Moyolhuica y Enigma surgieron entre 1980 y 1982, pero fue en 1994 cuando la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) le encarga una obra y crea Danzón Núm. 2, dedicado a su hija Lily. La pieza se estrenó en la Sala Nezahualcóyotl bajo la dirección de Francisco Savín. La composición se realizó durante los meses del levantamiento zapatista, lo que habría de mover el ánimo del compositor hacia una nueva justicia para los pueblos indígenas.
Posteriormente, compone otras obras como tributo al maravilloso mundo de la música de salón: Danzón No. 3 en 1994; Zarabandeo, en 1995; Danzón No. 4, en 1996; Octeto malandro, en 1996; Danza de mediodía, en 1996; Danzón 5-Portales de madrugada, en 1997; Danzón No. 6-Puerto Calvario, en 2001; Danzón No. 7, en 2001; Danzón No. 8, en 2004 y Danzón No. 9, en 2017.
Máscaras para arpa y orquesta (dedicado a Lidia Tamayo) composición de 1998, se conforma por cuatro danzas: Máscara flor, Máscara son, La Pasión según San Juan de Letrán (danzón sesquiáltero) y La pasión según Marcos. En 1999 fue director musical en el espectáculo de Tajín y en el 2000, compone Espejos en la arena para cello y orquesta, por encargo del violoncelista mexicano Carlos Prieto.
En 2010, la UNAM le encarga Goyas para celebrar su centenario. Alas (a Malala) se la dedica a Malala Yousafzai, quien cuatro años más tarde sería ganadora del Premio Nobel de la Paz.
Márquez también ha abarcado otras facetas de su profesión: ingresa al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, como investigador y director de agrupaciones de música popular.
Entre los premios que ha recibido destaca un reconocimiento de Unión de Cronistas de Música y Teatro (1997); la Medalla Mozart, primer premio de la Fanfarria del Milenio (1999) otorgado por el Instituto Cultural de Domecq, el Centro Nacional de las Artes del INBAL y la Embajada de Austria, así como la Medalla Bellas Artes 2005; Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009; la presea Trayectoria 25 otorgada por la Sociedad de Autores y Compositores de México (2010). Desde 1994 pertenece al Sistema Nacional de Creadores.
Asimismo, ha recibido numerosos homenajes en festivales de música en América Latina. Además, ha colaborado en múltiples eventos y con diferentes instituciones.