Argentina está libre de malaria y su caso es ejemplo para el continente

Internacional

El país recibió este miércoles la certificación durante la 72ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud, después de haber registrado su último caso autóctono de paludismo en el 2010. Su compromiso servirá como  inspiración para el resto del continente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció este miércoles a Argentina como libre de malaria, una certificación que se otorga cuando un país demuestra que ha interrumpido la transmisión autóctona de la enfermedad durante al menos tres años consecutivos.

El último caso en el país de este padecimiento, que se contrae a través de la picadura de un mosquito infectado, fue reportado en el 2010.

La malaria o paludismo sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo, con alrededor de 219 millones de casos y más de 400.000 muertes relacionadas en 2017. Un 60% de los casos mortales suceden entre niños menores de cinco años.

En la década de 1970, Argentina se propuso eliminarla a través de insecticidas, el diagnóstico oportuno y respuestas efectivas a los casos en la comunidad.

Según la OMS, la colaboración con el Gobierno de Bolivia fue crítica para lograr estos resultados. Entre 2000 y 2010, se fumigaron más de 22.000 hogares en zonas fronterizas, y se ofreció diagnóstico y tratamiento.

«Argentina ha demostrado tener el compromiso; la capacidad dentro de sus sistemas de salud, laboratorio y vigilancia; y el financiamiento necesario para prevenir el restablecimiento de la malaria en el país. Estoy segura de que servirá como inspiración y como un ejemplo para que otros países de las Américas logren la eliminación de la malaria en los próximos años”, aseguró la  doctora Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.

La certificación de Argentina, presentada este martes al director general de la OMS durante la 72ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud, es la cuarta obtenida por América del Sur, después de Chile (1968), Uruguay (2012), y Paraguay (2018).

Cabe destacar que Chile y Uruguay, recibieron la certificación bajo la categoría de países donde la malaria nunca existió, o desapareció sin medidas específicas; mientras que Argentina y Paraguay tuvieron que encaminar esfuerzos para eliminarla.

“Para nosotros es fundamental, es un reconocimiento importante al trabajo que la Argentina ha hecho en los últimos decenios”, expresó el doctor Adolfo Rubinstein, ministro de Salud del país suramericano.

Argelia también recibe la certificación

Argelia, cuyo último caso fue registrado en 2013, es el segundo país en la Región de África en ser oficialmente reconocido como libre de malaria, después de Mauricio, que fue certificado en 1973.

Precisamente, fue en ese país donde el médico francés Charles Louis Alphonse Laveran descubrió el parásito del paludismo en 1880. Para la década de 1960, la malaria se había convertido en el problema de salud principal del país, con un estimado de 80.000 casos por año.

Según la OMS, el éxito del país africano para vencer la enfermedad se puede atribuir principalmente a una fuerza laboral de salud bien capacitada, a la provisión de diagnóstico y tratamiento de paludismo a través de la atención médica universal, y a una respuesta rápida a los brotes.

“Argelia ha demostrado al resto de África que la malaria puede ser derrotada a través del liderazgo nacional, acciones audaces, inversiones sólidas y ciencia. El resto del continente puede aprender de esta experiencia”, aseguró el Doctor Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África.