Annette, la tenebrosa partitura de Leos Carax

Cultura

Nueve años después de Holy Motors, el cineasta inaugura el Festival de Cannes a lo grande con Annette, un turbio drama musical rodado en inglés y catapultado por el pop barroco de Sparks.

Aunque la música siempre ha caracterizado la obra trágico-romántica de Leos Carax y ha salpicado alguna de sus películas con sublimes intervalos poéticos, nunca antes había servido como auténtica partitura de uno de sus largometrajes.

Ahora lo hace con Annette, una ópera rock casi enteramente cantada que el cineasta ha dirigido apropiándose del guion y de las composiciones del dúo estadounidense Sparks, cuya excentricidad sonora está a caballo entre las influencias electrónicas, experimentales y roqueras.

Holy Motors (2012), película encarnada por las múltiples identidades asumidas por Denis Lavant, se ha convertido en un recordatorio de hasta qué punto Leos Carax es uno de los autores franceses más singulares de su generación, pero también uno de los más incomprendidos.

Esta nueva etapa musical, a la vez encantadora y terrorífica, pone de manifiesto una vez más la sensibilidad del director, cuyo universo, impregnado de una poesía y un romanticismo a veces descarnado, hechiza cada uno de sus proyectos.

Se trata de la historia de Henry (Adam Driver) y Ann (Marion Cotillard), un monologuista y una cantante de fama mundial que han triunfado en Hollywood tras enamorarse perdidamente, cuyas vidas se transforman con la llegada de su primera hija, llamada Annette. Una niña con un don natural y la promesa de un destino excepcional.

La imagen de este oscuro drama, bañado de intensos tonos verdes y negros que recuerdan a los de Holy Motors, fue confiada a Caroline Champetier, que realiza su tercera colaboración con Leos Carax desde Merde, el segmento rodado para la película de sketches Tokyo! (2009).

Con Annette, el director firma una invitación al viaje que lleva al espectador en un febril torbellino de amor conyugal y paternidad. Y demuestra que sigue siendo un director de orquesta de una originalidad incomparable.