Al Consejo de Seguridad le preocupa que la violencia socave la paz en Yemen

Internacional

En el país árabe, continúan las reuniones entre el Gobierno y los rebeldes hutíes, supervisadas por la ONU, para poner en marcha los acuerdos de paz de Estocolmo.

Ahora mismo hay negociaciones en dos frentes: la retirada de combatientes y el intercambio de prisioneros.

El comité que coordina la retirada de combatientes en Hodeida se reunió este domingo y hoy continúan los encuentros. El general Cammaert, que encabeza el equipo de Naciones Unidas, advirtió a las partes de la fragilidad del alto el fuego y les pidió que se abstengan de ponerlo en riesgo.

Los dos bandos del conflicto se han acusado mutuamente de violar los términos del cese de hostilidades. Las dos partes se mostraron comprometidas a reabrir la carretera que une Hodeida y Saná, la capital, para permitir el paso de ayuda humanitaria.

En cuanto al intercambio de prisioneros, las reuniones entre el Gobierno y los hutíes seguirán este martes en Amán, Jordania, con la presencia de la ONU y la Cruz Roja. Se trata de una reunión técnica para debatir las listas de prisioneros.

Confianza y violaciones al alto el fuego

Por su parte, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU acogieron con beneplácito el hecho de que se mantenga el cese al fuego en la ciudad portuaria de Hodeida y subrayaron la importancia de conseguir un acuerdo político que sirva para finalizar el conflicto.

Al mismo tiempo expresaron su preocupación por las supuestas denuncias de violaciones del alto el fuego y condenaron estas acciones al considerar que ponen riesgo los acuerdos de paz alcanzados en Estocolmo.

“La escalada militar y las hostilidades podrían dañar la confianza entre las partes y amenazan con socavar las perspectivas de paz”, subrayaron.

A continuación, llamaron a ambas partes a continuar colaborando tanto con el general Cammaert como con la Misión de las Naciones Unidas en Apoyo del Acuerdo sobre Hodeida (UNMHA) para aplicar el plan de redespliegue mutuo en la ciudad y el puerto de Hodeida y en los puertos de Salif y Ras Issa, tal y como se recoge en los acuerdos.

Del mismo modo exhortaron a los grupos, y en particular a los hutíes que controlan los puertos de Hodeida, Salif y Ras Isa, a velar por la seguridad del personal de la UNMHA y facilitar la entrada sin trabas de personal, equipamiento y suministros esenciales.

Igualmente, solicitaron redoblar los esfuerzos para cerrar los detalles pendientes y alcanzar un acuerdo sobre el intercambio de prisioneros, y para el establecimiento de un comité conjunto de coordinación de Taiz, en el que ha de estar representada la sociedad civil y contar con participación de la ONU.