Adolfo Mexiac, referente del arte nacional

Cultura

En su primer aniversario luctuoso, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recuerdan a Adolfo Mexiac, uno de los grabadores más importantes de México, cuya fuerza expresiva quedó plasmada en su vasto legado plástico. 

Discípulo de José Chávez Morado, Leopoldo Méndez y Pablo O’Higgins, Adolfo Mejía Calderón (Michoacán, 7 de agosto, 1927-Morelos, 12 de octubre, 2019), quien adoptó el nombre de Adolfo Mexiac, desarrolló una invaluable trayectoria reconocida a nivel nacional e internacional, además de ser admirado por su talento, sencillez y calidad humana.

Realizó estudios de pintura en la Escuela Nacional de Artes de Morelia, de 1944 a 1946; al año siguiente se trasladó a la Ciudad de México, donde ingresó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy Facultad de Artes y Diseño de la UNAM) y grabado en la Escuela Nacional de Artes del Libro (Escuela Nacional de Artes Gráficas).

Fue invitado por Pablo O´Higgins e Ignacio Aguirre para incorporarse al Taller de Gráfica Popular, de 1950 a 1960, en el cual creó una de sus obras más emblemáticas, el grabado en linóleo titulado Libertad de expresión, pieza en la que se observa a un joven tzotzil que tiene sujeta, a la altura de la boca, una cadena con un candado; la obra fue utilizada durante las protestas estudiantiles de 1968.

Como parte de su trabajo gráfico destacan también sus grabados para el periódico Ceteme y los realizados para acompañar textos de Rosario Castellanos y Max Aub, además de las Cartillas bilingües a cargo del Instituto Nacional Indigenista, material didáctico fundamental para la integración de las etnias mexicanas.

En Chiapas presentó su primera exposición individual. De 1958 a 1978 participó en numerosas bienales de diferentes lugares, como la antigua Yugoslavia, Chile, Cuba e Italia. En 1957, 1958 y 1969 ganó el Primer Premio del Salón de Gráfica México, el primer premio en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Viena, y en 1964 el primer lugar otorgado por la Casa de las Américas en Cuba.

Realizó cinco murales en la Universidad de Colima, dos en Argentina y uno en su estado natal, Michoacán; además del grabado mural en madera Las constituciones de México, en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Fue merecedor de premios y reconocimientos de diversas instituciones de México, Cuba, República Checa, Bulgaria y Austria.

Fue miembro de la Academia de Artes y del Salón de la Plástica Mexicana. Trabajó en el Instituto Nacional Indigenista de 1953 a 1960, en el que realizó material didáctico para las comunidades indígenas y le permitió conocer de cerca algunos de los principales problemas del México profundo.

Comprometido con las causas sociales, realizó cerca de 80 exposiciones individuales en diferentes países. En 2008 se inauguró en Colima el Centro Cultural Mexiac, donde se expone su producción artística de manera permanente y en 2011 el Museo Nacional de la Estampa (Munae) le rindió un homenaje nacional con una muestra retrospectiva.

Su obra es parte de la colección del Victoria & Albert Museum en Londres, y del Museo de Leningrado, entre otros. En México, el INBAL resguarda un importante acervo de este artista en los museos de Arte Moderno, Nacional de Arte y Nacional de la Estampa.

Adolfo Mexiac falleció el 12 de octubre en Cuernavaca, Morelos, acompañado de su esposa, Patricia Salas y su familia.

A un año de su partida, el Salón de la Plástica Mexicana, organismo al que perteneció, celebra la vida y obra de Adolfo Mexiac y refrenda su compromiso para mantener vivo el legado artístico y humano de tan entrañable artista.