Acción Nacional rechaza la descalificación del presidente a los partidos de oposición

Deporte

Ante las expresiones del presidente de México en relación con la carta enviada al Dr. Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, en donde Acción Nacional alerta contra las amenazas al sistema democrático que representan las acciones del gobierno federal y del Congreso, lamentamos mucho que la reacción del presidente haya sido de burla y desacreditación a los partidos de oposición.
Así lo dio a conocer la secretaria de Relaciones Internacionales del CEN del PAN, Mariana Gómez del Campo, quien expuso que con esto deja claro una vez más que López Obrador no representa a todos los mexicanos.
¨Si el PAN acudió ante la OEA es porque en cuatro meses de gobierno ha quedado claro que la llamada Cuarta Transformación ha vulnerado las instituciones.
Quiso imponer una Guardia Nacional con mando militar que la oposición frenó y en la que se logró un mando civil, la desaparición de subsidios a las Organizaciones Civiles que ayudaban a mujeres violentadas, el ataque a las estancias infantiles, la desaparición de los comedores comunitarios, el desempleo masivo, las adjudicaciones directas y la falta de respuesta a las agresiones de Donald Trump¨, señaló.
Cabe destacar que optamos por alertar a un organismo internacional del que somos parte, como lo es la OEA, debido a que esta tiene como sus cuatro pilares la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo.
¨Nos preocupa que López Obrador continúe utilizando las conferencias matutinas como un mecanismo para desacreditar a quien piensa diferente, lo cual ha dejado de manifiesto que el gobierno encabezado por MORENA ha venido a vulnerar incluso la libertad de expresión”.
Como partido de oposición, lo que nos parece verdaderamente “ridículo” es no levantar la voz cuando se considera que la democracia está siendo lesionada”, afirmó Mariana Gómez del Campo.
Finalmente, destacó que no se debe olvidar que en su momento López Obrador intentó acudir a instancias internacionales, particularmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando consideró que sus derechos eran vulnerados, por lo que sus declaraciones resultan incongruentes.