Desde 2018, la industria del gaming se ha posicionado como la más grande y de mayor crecimiento a nivel mundial dentro del sector del entretenimiento, superando a los mercados del cine y la música gracias a los millones de gamers que destinan su tiempo a explorar nuevos mundos junto con sus amigos, competir, desbloquear logros y vencer a jefes finales cada vez más desafiantes.
Sin embargo, los videojuegos involucran mucho más de lo que vemos en pantalla y es que, cuando se trata de experiencias en línea y juegos en la nube, una red confiable es fundamental para brindar la mejor de las experiencias en tiempo real y sin nada que falle en el momento crucial de una misión.En Estados Unidos, donde AT&T es líder de 5G, esta red ofrece a los usuarios baja latencia, conexiones seguras y velocidades más rápidas, ya sea que quieran jugar en casa o incluso mientras viajan. Aunque para este universo, aún queda camino por delante.
Como resultado de la inversión que la empresa tiene prevista para 5G en Estados Unidos, y a colaboraciones exclusivas como la que ha establecido con Nvidia para ofrecer juegos en la nube de última generación[1], el rendimiento y la capacidad de respuesta seguirá mejorando conforme la red evolucione para transformar la experiencia de los usuarios de dispositivos móviles –quienes aportaron el 52% de los ingresos globales de los videojuegos en 2021, más de lo recabado por las PC gamer y consolas juntas–.
Lo anterior se verá potencializado cuando la red 5G vaya adoptándose en países como México, donde la industria de los videojuegos ha sido catalogada como uno de los 10 mercados más importantes en el mundo, con alrededor 76.7 millones de jugadores[2].
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