Cannes Classics otorga su espacio a una película singular procedente de la obra de Philippe de Broca. En 1972 aparece en Competición Pecados de otoño (Chère Louise), fruto de una colaboración con Jean-Loup Dabadie como guionista y Jeanne Moreau en la pantalla. En ese momento, la película no recibió la acogida que esperaba el cineasta.
Louise (Jeanne Moreau) vive en un doble tabú. Divorciada, sin hijos y habiendo dejado muy atrás los cuarenta, se encapricha de Luigi, un inmigrante de veinte años. La profesora y el joven trabajador viven a escondidas su relación, que se ve trastocada rápidamente por la diferencia de edad, las deudas de Louise y la opinión ajena.
Philippe de Broca firma esta particular película tras éxitos como Cartouche (Swords of Blood), El hombre de Río (L’Homme de Rio) o Rey de corazones (Le Roi de cœur). En Pecados de otoño (Chère Louise) prescinde de su actor consabido, Jean-Paul Belmondo, para optar por un estilo más oscuro que de costumbre, una historia melancólica. El largometraje no fue muy bien recibido en Cannes cuando se presentó en Competición en 1972. Años más tarde, en 1990, el director lo recordó en televisión y declaró haber «sufrido una masacre».
En retrospectiva, Philippe de Broca fue capaz de apreciar esta película tan desacreditada en Cannes pero muy aclamada por el público, un «ejercicio de estilo», según él, que le hizo entender la importancia de la fotografía para el resto de su trayectoria.
