150 artistas en escena presentan Motecuhzoma II

Cultura

El 8 de noviembre de 1519 Hernán Cortés entró a la Gran Tenochtitlan y conoció a Motecuhzoma. Fue lo que se conoce como El encuentro de dos mundos, por lo que el gobierno de la CDMX y su Secretaría de Cultura eligieron la ópera monumental Motecuhzoma II, a partir de música de Antonio Vivaldi (1678-1741) y el músico y escritor mexicano Samuel Máynez Champion.
Se estrenará el 7 y 8 de noviembre en el Zócalo de la Ciudad de México, con casi 150 artistas en escena. Será un espectáculo pluricultural y plurilingüista, pues estará narrado en maya, náhuatl y español. En la elaboración del texto participaron Miguel León-Portilla y Alfredo López Austin, máximos investigadores del mundo precortesiano; el dramaturgo Vicente Leñero, el poeta Juan Bañuelos y el maestro Francesco Fanna, quien viene especialmente a dirigir la ópera.
La representación del 7 y 8 de noviembre contará con la dirección escénica de José Luis Cruz y el director español Ignacio García, quienes trabajarán al alimón y la musical, al frente de la Orquesta Filarmónica de la CDMX, estará a cargo de Fanna. Cabe señalar que además de las lenguas, fueron yuxtapuestos instrumentos musicales prehispánicos sobre la orquestación europea. Habrá alrededor de 150 personas en escena, entre actores, solistas, cantantes del coro Stacatto de la UNAM, danzantes del grupo Tlaltikpak de Tláhuac, jinetes, músicos de la Orquesta Filarmónica de la CDMX y bailarines.
El elenco está integrado por Rubén Luque, Rogelio Marín, Rafael Jorge Negrete, Alejandra Robles, Cristina Nakad, Amed Liévanos, Jacob Bravo, Paola Gutiérrez, Jorge Caso y Corina Mora.
Antecedentes
El escritor Alejo Carpentier alertó al mundo sobre un drama per musica perdido. Se trataba de una ópera de Antonio Vivaldi, quien en 1733 presentó su versión operística de la conquista de México. Lo único que había sobrevivido era el libreto, escrito por un poeta de apellido Giusti que dio a la obra un final feliz, donde Cortés y La Malinche se casaban, tenían hijos y eran felices para siempre.
Luego del estreno calificado como exótico, la historia atrapó la atención de múltiples compositores. Hubo varias aproximaciones a lo largo del tiempo, pero la obra de Vivaldi se perdió para siempre.
En 2001, investigadores de Harvard encontraron la ópera de Vivaldi en la biblioteca del Conservatorio de Kiev, aunque lamentablemente la partitura estaba incompleta.
Por ello, Samuel Máynez Champion realizó una investigación meticulosa y exhaustiva que le llevó cerca de una década. Escribió la ópera basado en la partitura Vivaldiana y nos ofrece ahora la revisión actual de una ópera del pasado que resignifica nuestra comprensión histórica de lo que fue la Conquista de México, el sincretismo cultural, la mezcla de dos grupos humanos con todas las luces y sombras que se produjeron y de cuya proyección somos hoy consecuencia viviente entre España y Mesoamérica.